Artículo de la lectura: ¿Amar o depender? de Walter Riso
Nallely Narváez López
¿Amar o depender? De Walter Riso
Amar es el sentimiento que una persona siente por otra, darse la oportunidad de conocerla tal y como es, las cosas buenas y malas, sobre todo aceptarla y conectar con esa persona a través del tiempo, la constancia y la relación que se establece entre ellas. La correspondencia se hace más profunda cuando los sentimientos que las une se demuestran de manera sana y respetuosa. Pero, ¿hasta dónde pueden llegar las confusiones de lo que es el amor?, en ocasiones deja de ser un sentimiento puro e ileso y se convierte en algo destructivo y generador de dependencias si es que el alma viviente asi lo desea. Depender de alguien para sentirse amando no es algo que garantice un final feliz, al contrario, te hace vulnerable ante todos y todo. Es algo que le puede pasar a cualquier persona.
Walter Riso en su libro ¿Amar o depender? nos comparte experiencias del sacrificio que hacen las personas por otras, creyendo “recibir amor verdadero”. Una de ellas es el apego afectivo, es decir, depender de la persona que se ama, orillándonos a perder nuestro amor propio, el respeto y nuestra esencia.
Ejemplo de ello es lo siguiente: cuando una relación entre parejas se ve afectada por problemas que han llegado a la violencia y ambos siguen juntos soportando agresiones y humillaciones, es porque uno de los dos teme a estar solo, limitando posibilidades de cambiar el entorno de su vida, creyendo que lo tiene todo con él o con ella, y que se necesita estar con esa persona por muchos años para seguir viviendo, es como si se castigara o esclavizara a esa relación, generando angustias cuando les dicen ya no quererlas, a esto también se le puede llamar baja autoestima, porque la persona no está totalmente convencida del valor que posee, careciendo de amor propio, de ahí el motivo a aferrarse a la persona equivocada conformándose con el mínimo afecto que reciba.
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Bien dicen que el amor se refracta siempre en lo que somos, sin embargo, ignoran el hecho de que tarde o temprano que aquello a lo que nos aferramos se terminará; he ahí la pregunta, ¿qué será de nosotros si la persona a la que nos aferramos desaparece?, ¿nos moriríamos de angustia? ¿tentaríamos con nuestra propia vida? O buscaríamos ayuda para salir adelante y nuevamente descubrir lo que es vivir una relación a plenitud.
Para lograr liberarnos totalmente, debemos entender que la vida sigue con o sin la persona deseada, el apego no puede más que las ganas de vivir asi iniciar por prevenir el apego afectivo, hacernos preguntas como: ¿quién soy?, ¿Qué quiero lograr en esta vida?, y ¿Cómo lo haré?, nunca olvidarnos de que existimos, que tenemos metas por cumplir y sueños por lograr, de lo contrario si estás en una relación y solo te enfocas en estar bien con la otra persona, y cumplir sus deseos es construir una barrera al mundo exterior, olvidando que tenemos una familia y amigos, aventuras y nuevas experiencias por vivir.
Amar no es privarse de la libertad de gozar, al contrario, podemos disfrutar de un momento solos, hacer lo que más nos gusta, visitar a nuestro mejor amigo, hacer ejercicio, leer para mejorar la lectura, disfrutar de tu comida favorita, viajar, etc. entender que no necesariamente debe ser en compañía de tu pareja, todas las personas necesitan de un momento a solas para complacerse y reanimarse. La sociedad tiene catalogada a la soledad como algo dañino, cuando en realidad justo estando solos nos damos la oportunidad de conocer nuestros talentos, virtudes y capacidades. Vencer el miedo a estar sólo es lo que hará que no dependas de alguien más. Entender que todo el universo está a nuestro favor y que no dependemos de las personas para gozar de la vida.
Para romper los lazos de relación con amores enfermizos y no recaer en situaciones similares debemos mantener la seguridad en nosotros mismos. Existen personas que se les hace costumbre estar mal y son conformistas. Cuando descubres la verdadera esencia del amor aprendes a ser realista, llevando a cabo el autorespeto y el desarrollo del autocontrol, así estarás empezando a construir tu propia revolución afectiva e identificaras el interés que las personas tienen hacia a ti, a través de sus acciones y formas de demostrar el afecto, de igual manera identificaras si lo que te brinda es benéfico o perjudicial para nuestra persona.
Si en una relación surge la violencia, vulnerabilidad y problemas que no te dejan estar tranquilo, creer que todo esto está bien y que no es tan grave hace que tu círculo amoroso siga siendo el mismo, puedes conocer más personas, pero, tiendes a repetir la misma historia de dependencia. Desde luego el afecto hacia una persona surge naturalmente, no podemos pasar nuestra vida pidiendo amor, cariño y atención, al final como resultado lo único que conseguimos es sentirnos mal, tentar nuestra dignidad y caer en depresión.
Aprender a dejarlo todo por completo, aunque duela es la única manera de abrir los ojos ante el mundo y ser para siempre libres, la lucha sobre todo debe ser a muerte para nuestro bien. Conviene señalar que el amor está hecho a la medida del que ama verdaderamente sin angustias.
En efecto, amar sin apegos es amar sin miedos, estar en libertad y no depender de alguien más, el amor es lo que somos, lo que nos identifica como personas, promover el respeto afectivo hacia las demás personas, sobre todo no hacerles a los demás lo que no me gustaría que me hicieran. Controlar nuestras emociones para así tomar las mejores daciones que nos ayuden a afrontar diversas situaciones, y fortaleciendo nuestra capacidad de amar.
Al leer el libro de Walter Riso me hizo reconocer algunas de las acciones que cometí en algún momento, sin saber que se trataba de una dependencia amorosa, y mucho menos sabía que dicha situación tenía un nombre. También admití que confundía el amor con el apego, creía que la vida se trataba de tener a alguien a tu lado sin importar sus malas acciones y todo por el simple hecho de recibir tan poco amor, y es que mi debilidad era, la falta de amor propio.
Siempre dependía de la aceptación de las demás personas y más de la que estaba enamorada, tenía que estar bien para ellos menos para mí. De ahí pasaron los meses, hasta que un día al sentir que algo en mí no andaba nada bien decidí buscar ayuda profesional. Conforme a los días me fui recuperando, al principio se me dificultó poder soltar todo lo que sentía, después de varias citas con el psicólogo pude tenerle confianza y liberar las cargas que tenía dentro.
Para sanar mis heridas por completo el remedio adecuado fue leer “La Mirada Interior” un libro de Alfonso Ruiz Soto (fundador del Instituto de Semiología S.C.) escrito que nos demuestra el valor que cada persona posee, aprender a amarnos tal y como somos, sobre todo aprovechar cada día y olvidarnos de lo que nos hizo tanto daño. Ahora sé que cuando no nos aceptamos tal y como somos, fácilmente las demás personas influyen y quebrantan la valentía que tenemos, por lo tanto, no podríamos amar debido a que estaríamos repitiendo la misma historia.
Con el libro “Amar o depender” de Walter Riso, aprendí que amar es libertad, no hay necesidad de atar a una persona para que esté a tu lado, si hay amor verdadero las cosas funcionaran, superando cada obstáculo, también es bueno aprender a ver lo positivo de cada situación buena o mala.
Entonces, considero que las personas deberían leer más libros sobre la vida y el amor, nada mejor que conocer experiencias de personas que han atravesado infinidades de situaciones, y al final encuentran una manera de solucionar o sobrellevar las circunstancias. Así ya no se repetirían las mismas acciones y tomaran mejores decisiones sin dañar a los demás, porque no se trata de posesión, sino de amar en libertad y cambiar la idea o percepción que se tiene del amor.
*Estudiante del quinto semestre de la Licenciatura en Comunicación Intercultural en la UIET, unidad Oxolotán, Tacotalpa